¡Los cristales son grandes aliados! Trabajan mediante resonancia y vibración. Son antiguos sanadores, calmantes o energizantes que curan holísticamente.

La Rodocrosita estimula y equilibra la zona del corazón, procurando la comprensión, la autoestima y el coraje. Es una piedra que ayuda en la sanación emocional del Ser, especialmente para llevar a la superficie heridas profundas de la primera infancia o vidas pasadas para que se curen. 

Acompaña a conectar con la alegría interior. Permite expresar amor y afecto. Ayuda a encontrar coraje para conectar con nuestros dones y perseguir nuestros sueños.

Ayuda a activar la vitalidad y a elevar el estado de ánimo. A nivel curativo refuerza el corazón y los pulmones.



¿Cómo usarla?

Llevala con vos en la cartera, mochila o bolsillo. También podés dejarla en tu mesa de luz, altar o en tu espacio de trabajo para que su vibración te acompañe en todo momento. 

A su vez, podés usarla sobre el cuarto Chakra: Corazón o Anahata.



¿Cómo limpiarla?

Podés limpiar tu cristal poniéndolo en remojo en un cuenco o frasco de vidrio.

Agregá un puñado de sal gruesa (en lo posible sal marina o sal rosada del Himalaya) y dejá el preparado por tres días y tres noches. La sal ayuda a que el cristal descargue todo lo que no necesita. 

Una vez transcurrido ese tiempo, enjuagá tus piedras con agua. 


También podés limpiarlo sahumándolo con mirra, incienso, salvia, lavanda o copal.

Una vez que prendés estas hierbas o resinas de limpieza, pasá tu cristal por arriba del humo diciendo “limpio, puro, cristalino” o algún otro mantra que te resuene más al hacer la limpieza. 


Podés ver todo lo necesario para sahumar, en este link. 


Para una limpieza express, si no tenés mucho tiempo, podés vaporizarlo con agua florida.



Rodocrosita mediana

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¡Los cristales son grandes aliados! Trabajan mediante resonancia y vibración. Son antiguos sanadores, calmantes o energizantes que curan holísticamente.

La Rodocrosita estimula y equilibra la zona del corazón, procurando la comprensión, la autoestima y el coraje. Es una piedra que ayuda en la sanación emocional del Ser, especialmente para llevar a la superficie heridas profundas de la primera infancia o vidas pasadas para que se curen. 

Acompaña a conectar con la alegría interior. Permite expresar amor y afecto. Ayuda a encontrar coraje para conectar con nuestros dones y perseguir nuestros sueños.

Ayuda a activar la vitalidad y a elevar el estado de ánimo. A nivel curativo refuerza el corazón y los pulmones.



¿Cómo usarla?

Llevala con vos en la cartera, mochila o bolsillo. También podés dejarla en tu mesa de luz, altar o en tu espacio de trabajo para que su vibración te acompañe en todo momento. 

A su vez, podés usarla sobre el cuarto Chakra: Corazón o Anahata.



¿Cómo limpiarla?

Podés limpiar tu cristal poniéndolo en remojo en un cuenco o frasco de vidrio.

Agregá un puñado de sal gruesa (en lo posible sal marina o sal rosada del Himalaya) y dejá el preparado por tres días y tres noches. La sal ayuda a que el cristal descargue todo lo que no necesita. 

Una vez transcurrido ese tiempo, enjuagá tus piedras con agua. 


También podés limpiarlo sahumándolo con mirra, incienso, salvia, lavanda o copal.

Una vez que prendés estas hierbas o resinas de limpieza, pasá tu cristal por arriba del humo diciendo “limpio, puro, cristalino” o algún otro mantra que te resuene más al hacer la limpieza. 


Podés ver todo lo necesario para sahumar, en este link. 


Para una limpieza express, si no tenés mucho tiempo, podés vaporizarlo con agua florida.



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