¡Los cristales son grandes aliados! Trabajan mediante resonancia y vibración. Son antiguos sanadores, calmantes o energizantes que curan holísticamente.

Por su color y brillo dorado, la pirita es la clásica piedra vinculada a la prosperidad, la abundancia y el merecimiento. 

Facilita el contacto con tus propias habilidades, estimulando el flujo de ideas, aliviando la ansiedad y la frustración y potencia la autoestima y la confianza.

Podés usarla como protección: es un excelente escudo energético.

O para incrementar tu energía y vitalidad, ya que te ayuda a superar la fatiga, la melancolía o la desesperación. 

¿Cómo usarla?

Para trabajar con ella podés ponerla en tu altar junto a otros amuletos de prosperidad, llevarla en tu bolso o billetera o donde tengas tus ahorros. 

También podés dejarla en tu mesa de luz o en tu espacio de trabajo para que su vibración te acompañe en todo momento.

O bien, usarla sobre el Tercer Chakra: Manipura (situado por encima del ombligo sobre el estómago), para equilibrarlo, animarte a explorar tu poder interior y a desarrollar una conexión más profunda con tu capacidad de transformación y adaptación.

¿Cómo limpiarlo?

Es recomendable que limpies este cristal sahumándolo con mirra, incienso, salvia, lavanda o copal.

Una vez que prendés estas hierbas o resinas de limpieza, pasá tu cristal por arriba del humo diciendo “limpio, puro, cristalino” o algún otro mantra que te resuene más al hacer la limpieza. 

Podés ver todo lo necesario para sahumar, en este link.